martes, 15 de noviembre de 2011

Manhattan: el libro.


"De algún modo siempre encuentro en Richard Estes los lugares que más me gustan de la ciudad, los que impremeditadamente se han ido vinculando a mi vida, los lugares y los tonos exactos de la luz, el agua herrumbrosa del Hudson en un muelle al atardecer, el sol en la mañana de domingo, el rojo profundo de los letreros luminosos al fondo de una calle oscura".
¿Cómo describiría mi vida en Manhattan? ¿cómo abarcar un universo tan enorme y poliédrico?, ¿cómo bajar a los minúsculos destellos de pequeñas vidas que sin descanso hormiguean por las aceras de la Quinta avenida? ¿cómo recordar los colosos hundidos y la tragedia que arrastraron?
Ventanas de Manhattan es la respuesta. No sé si otra ciudad daría para escribir cerca de 400 páginas en las que late sin pausa el impulso de una sociedad que siempre busca ir más allá. Cierto que muchos quedan abandonados en el camino, que no hay posibilidad de agarrarse a un girón de esperanza, pero tampoco es menos cierto que son muchos los que hacen de Nueva York una orbe que se alimenta de sí mismo. Imagino mi visión de la ciudad si pudiera aparecer, sin solución de continuidad, en el mismísimo Times Square, frente al Flatiron o junto al puente de Brooklin; sería algo similar a la que tuve en la Plaza de Carlos V cuando dejé la Estación de Atocha: estupor y, acto seguido, la sensación de entrar en un torbellino de estímulos que incluso llegan a agotar. Manhattan es, de la mano de Muñoz Molina, un escenario vivo y sin telón, donde se representan una cantidad desmesurada de escenas que no son más que muchos de nuestros añorados sueños.
Hooper, Parker, Allen.... el Village, el Metropolitan... o el St. Nick´s: "El ritmo sincopado del bebop y del tap dance es el pulso natural de Manhattan".

1 comentario:

  1. Leído a pie de playa, el,verano pasado. Elvira Lindo, his wife, ha sacado un ventanas sobre Manhattan propio. Me llama menosmla atención. Qué bien escribe Muñoz Molina, eh!

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